Quizás algunos de ustedes todavía no saben que Floren y yo nos conocimos gracias a nuestra mutua y querida amiga Jacqueline Beraud. Ellos dos hicieron migas como peregrinos del Camino de Santiago y gracias a esa feliz coincidencia, han seguido otros dichosos encuentros.
En abril de este año, compartimos un par de días en Madrid con Jacqueline y su novio Jack y celebramos el cumpleaños de aquélla en uno de los mejores restaurantes mexicanos de esta ciudad, la Taquería del Alamillo.
Y como no podía ocurrir de otra manera, menos aún conociendo a nuestra querida “Celestina”, la invitación a encontrarla en Entrevennes, al sur de Francia, donde ella vive, era una asignatura que no podíamos posponer.
Así que, a principios de mayo, partimos con rumbo a Marsella para disfrutar de una semana entera de cariño, buena comida, vistas espléndidas de pueblitos provenzales y visitas a ciudades tan emblemáticas del impresionismo como Arles (Van Gogh y Gauguin), Saint Remy (donde además nació Nostradamus), Aix en Provence (Cezanne) y otros hermosos lugares.
Aquí les compartimos algunas fotografías del feliz encuentro que nos permitió celebrar la dicha de contar con amigos como Jacqueline.
Aquí les compartimos algunas fotografías del feliz encuentro que nos permitió celebrar la dicha de contar con amigos como Jacqueline.
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