viernes, 11 de julio de 2008

¿Es aceptable moralmente sacar partido de las catástrofes?

Haber estado ausente del blog durante casi un año, no significa haber permanecido en completa inactividad. A finales del 20o7 tuve la oportunidad de conocer a Naomi Klein, una de las periodistas e investigadoras más influyentes del movimiento opositor a la globalización. Gracias a mi querido amigo Jacobo de Arce, la entrevisté a propósito de su más reciente libro "La Doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre". La entrevista fue publicada en la revista Marie Claire en enero de este año. Hoy, quiero compartir con ustedes un fragmento y pedirles que lean este extaordinario y bien documentado libro de la Klein quien, una vez más, nos vuelve a sorprender y a sacudir la conciencia.
Si desean que les envíe la entrevista completa, no duden en solicitarla.
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¿Es aceptable moralmente sacar partido de las catástrofes? Esta es la cuestión de fondo que Naomi Kleín plantea en su libro, La Doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre. ¿Y qué ocurre cuando son los mismos gobiernos y las instituciones financieras internacionales las que se lucran de estos dramas? A través de su mirada crítica y siempre bien argumentada, Klein desmenuza con impecable claridad múltiples ejemplos de cómo diversos países del mundo han aprovechado momentos de crisis, atentados terroristas y hasta desastres naturales para impulsar transformaciones económicas radicales y de dudosa eficacia. Esto se da, “justo cuando las personas están más vulnerables e indefensas y tienden a confiar ciegamente en sus líderes en busca de alivio, cualquiera que éste sea”, acota.
Para este icono de la antiglobalización, “las mujeres son el mejor recurso para luchar contra el capitalismo del desastre; son el pegamento que une a sus comunidades, tienden a reaccionar más rápido que los hombres ante una crisis y se organizan mejor”. En su libro, además de hablar del shock económico, también lo hace de la tortura psicológica y física, ¿los malos tratos podrían ser parte de esa doctrina del shock a escala doméstica?
“Si. Creo que es terrorismo doméstico y tiene el mismo impulso de conseguir el control de las personas. La violencia sexual, en el contexto de una guerra, es el último intento por deshumanizar a la persona y erradicar, así, su condición de ser humano”.
Para Klein, una de los 12 intelectuales más influyentes del mundo, las claves de todo ciudadano responsable son:
Reconocer que las mujeres están en la primera línea.
Recuperar las instituciones públicas para que dejen de ser entidades burocratizadas e insensibles.
Y algo que cobra día a día mayor relevancia: exigir a las ONG´s más transparencia y fiabilidad, en particular, hacia las personas a las que pretenden ayudar.

1 comentario:

LONCHIBÓN. dijo...

Más te vale Martínez que te pongas las pilas porque estaba a punto de hacer una manifestación silenciosa con los 400 pueblos desnudos y colados que los acompañan. Te noto animosa y espero que nos surtas de información.
Vale maja chilanga. Un besazo del Lonchibón.