lunes, 5 de enero de 2009

Feliz Año 2009... digan lo que digan


“Terminan las fiestas navideñas y, con ellas, nuestros propósitos de aprender inglés, ir al gimnasio o dejar de fumar”. Recién estrenado el año, esta podría ser la primera coincidencia que se da entre mexicanos y españoles. Nuestro repertorio común incluye también el inicio de las esperadas rebajas, la llegada de los fríos más intensos y los resfriados más temibles (por algo dice el dicho “enero y febrero, ¡desviejadero!”), así como de la dolorosa “cuesta de año nuevo”. Aquí como allá, las colas en los montepíos constituyen un conocido vía crucis del que se espera utilizar bienes para remediar males.

La Navidad española es, sin embargo, más austera y solemne que la mexicana, tan llena de colores, aromas y sabores. Por razones obvias, aquí no hay piñatas, ni posadas ni pastorelas, dado que ésta fue una manera didáctica que encontraron los evangelizadores que llegaron a Nueva España para difundir la religión católica aprovechando la teatralidad de la cultura náhuatl: Es curioso que en América hayan proliferado estas representaciones nacidas del teatro medieval europeo, mientras que en Europa hayan desaparecido. Los historiadores cuentan que la primera escenificación de una pastorela en territorio indígena data de 1527 y se trató de una pieza llamada “La comedia de los Reyes”.
Otra tradición que se desvanece en el Viejo Mundo es la piñata, de origen chino y llevada por Marco Polo a Italia. Hoy, las piñatas son el símbolo de la alegría mexicana y es probable que muy pocos artesanos sean capaces de expresar su imaginación en figuras tan fantásticas como las que podemos encontrar en cualquier mercado.

Mientras en México la presencia de Santa Claus es abrumadora, en España lo es la de los Reyes Magos. Son tan importantes, que la Cabalgata de sus “Reales Majestades” en Madrid y Barcelona es transmitida en vivo y en directo por la televisión nacional. Ellos son los que traen los regalos a los buenos niños españoles y un poco de carbón a los pequeños que se han portado mal. Son ellos los que reparten toneladas de dulces a las familias que entusiastamente se aglomeran en las calles durante el trayecto de las caravanas. La venida de Melchor, Gaspar y Baltasar coincide con otra costumbre sumamente enraizada tanto en México como en España: la rosca de Reyes. El roscón, como se le conoce aquí, sugiere una corona real con ornamentos que simbolizan joyas y puede estar rellena de crema pastelera. A diferencia de las roscas mexicanas, los panes ibéricos llevan en su interior un haba y una sorpresa. El que encuentre esta última será coronado como el rey de la casa y a quien le toque la semilla será castigado a pagar el roscón.

La tradición de continuar la fiesta hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, en la que se comparte una rica y variada tamalada, es -desde luego- una aportación mexicana. Ni que decir de la entrañable práctica de “aquí se visten Niños Dioses”… así, en plural.
La próxima cita en el calendario de festejos comunes será el 14 de febrero. Como en prácticamente todo el mundo, el Día de los Enamorados se celebrará con flores, regalos y cenas románticas –con la consiguiente subida de precios en todos estos efectos. Quizás lo único que nos diferencie a los mexicanos, es que nosotros incluimos el concepto de amistad en el Día de San Valentín, ¿será para consumir un poco más?

2 comentarios:

Joshua Fgueroa dijo...

Querida Laurie...hasta que por fin pude acceder a esta m...esto de los bloggs me da algunas dificultades. Pero bueno, sólo para comentarte que el roscón se ve bueno pero a mi la rosca me quedó de rechupete y eso que no soy Betty Crocker (la de los pasteles de cajita)El pretexto es la rosca pero lo disfrutable es la reunión y el desmadre de los muñequitos...recibe saludos de este lado del mundo...besos y abrazos invernales!

Joshua Fgueroa dijo...

TRiste estoy por otro lado de que nuestra cacareada evolución sólo es en aspectos tecnológicos, porque hablando de asuntos políticos y de diferencias entre países...mejor me pongo a escuchar la rola de "Imagine" que me permite soñar con ese mundo ideal...Saludos!