Alan, Pascalle et la Joanna à La Palmyre.
Tamara, Luna et Joanna ... la beauté et la jeunnesse!Espacio para comentar acontecimientos, expresar opiniones y reflexionar en voz alta.
Como ya se habrán dado cuenta, la noticia del verano –además de los Juegos Olímpicos de Beijing, ha sido el accidente aéreo en Madrid.
A pocos días de haber comenzado los Juegos Olímpicos de Beijing, no puedo quitarme de la cabeza aquella canción que hace muchos años cantara Silvio Rodríguez donde hablaba de “las lucecitas montadas para escena” y del “júbilo hervido con trapo y lentejuela”. Lo siento pero no puedo evitar pensar en las múltiples maneras que tiene el ser humano para “hacerse de la vista gorda” y regodearse en la forma para evitar asomarse al fondo.
China es el país con el mayor récord de ejecutados a muerte en el mundo con más de 7.000 ejecuciones capitales al año, o sea el 80% de todas las penas de muerte aplicadas en el planeta; ha batido todas las marcas en el número de periodistas encarcelados por ejercer su oficio y en el número de presos políticos por pensar contrario al régimen, y las violaciones a los derechos humanos son innumerables y bien conocidas por todos. 

“A muchos la felicidad los empalaga”, y el marido de Amanda era de éstos. “De repente le dio por tener miedo y se fue”. En Maridos, el más reciente libro de la escritora mexicana Ángeles Mastretta, la pareja es el epicentro de un delicioso montón de relatos que hurgan en algo tan insondable como la vida cotidiana y la nada fácil convivencia entre hombres y mujeres.
Esta nueva propuesta literaria de la autora de Arráncame la vida, esta dedicado más que a los maridos, a las mujeres “que los padecen y los gozan; que conviven con ellos en armonía o con juego. Evidentemente se trata de maridos vistos desde los ojos de sus mujeres”. Narraciones las hay de índole variopinta a lo largo de sus 250 páginas; su mirada contempla distintas épocas y desgrana lo que ocurre en clases sociales diferentes. Las mujeres de estas historias rompen cadenas y tabúes, aunque a veces ni siquiera se den cuenta, de un modo valiente y con enorme naturalidad, “incluso aquéllas que sobreviven a que se les mueran sus maridos o que éstos desaparezcan con sus amantes; son mujeres que cambian sus vidas siempre con una sonrisa y nunca sintiéndose heroínas de una batalla excepcional”. Mastretta añade que las protagonistas de estas nuevas crónicas “abundan por todas partes, haciendo sus caminos y defendiendo su modo de vida y sus emociones, con valor y con inteligencia”.
La escritora de Mal de Amores, obra que fuera galardonada hace una década con el prestigioso premio literario Rómulo Gallegos, pone el dedo en la llaga sobre una de sus constantes preocupaciones: la de las mujeres maltratadas por “hombres a los que hay que dejar, de los que hay que huir”. Sobre el tema, Ángeles Mastretta acota que últimamente ha estado muy involucrada en la creación de una red de refugios para mujeres que sufren de violencia de género. “Son refugios que las rescatan de situaciones límite. Empezamos con cinco casas y ahora tenemos 31. Llega todo tipo de casos, algunas –como las compañeras de los narcotraficantes- están muy golpeadas y asustadas; son muy difíciles de cuidar porque las persiguen hasta donde ellos quieren y tienen poder para hacerlo”.
Maridos, editado por Seix Barral, sale a la luz en España a mediados de noviembre, y como ocurre con todos sus anteriores libros, la autora de El cielo de los leones espera que “él mismo vaya abriéndose su camino”.
Ángeles Mastretta se define como una “coleccionadora de historias de seres empeñados en que la vida vale la pena”. Por eso, cuando alguien le dice que sus temas son superficiales, respinga y argumenta, “No, yo creo que hay una enorme profundidad en aceptar qué es lo que nos pasa y el hecho mismo de que vivir es un privilegio”.
Una vez más, a través de la luminosa palabra de Mujeres de Ojos Grandes, los eternos conflictos del individuo como la infidelidad, el dolor, la soledad, o el amor, cobran cuerpo y alma gracias a la galería de sus personajes que nunca nos son ajenos ni distantes.